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¿Greenwashing del gobierno? Apuestas concomitantes en combustibles fósiles y transición energética

Actualizado: 2 sept 2023

Atención: texto original en portugués. Traducción automática al español.


Como ya destacamos en otra publicación aquí en Ruptura, uno de los grandes temas que llevaron a la elección de Lula en Brasil como contrapunto al gobierno de Bolsonaro fue el compromiso con las cuestiones ambientales y climáticas que habían sido completamente abandonados en los últimos cuatro años [1] .


También mencionamos en nuestro repaso de la agenda ambiental de los primeros seis meses del gobierno de Lula que, a pesar de los compromisos asumidos inicialmente, algunas de las agendas prioritarias del gobierno siguen centradas en prácticas que contribuyen a la emisión de gases que acentúan el calentamiento global, en particular debido a los compromisos que aún existen con el agronegocio (el sector responsable de la mayor parte de las emisiones de CO2 y del mal uso de la tierra en Brasil [2]) y a la insistencia en la exploración de combustibles fósiles en Foz do Amazonas que, a pesar de haber recibido una opinión negativa del Ibama [3] y generado conflicto entre la presidencia y Marina Silva (Ministra de Medio Ambiente) [4], ya tienen opinión positiva de la AGU [5] y siguen presentes en el discurso del Presidente [6] .


Hoy la ministra Marina Silva participará de un debate con la Comisión de Minas y Energía de la Cámara de Diputados sobre la posibilidad de exploración petrolera en Amazonas [7]



La semana pasada, el gobierno Lula anunció una propuesta para regular el mercado de carbono [8] (cuyas reservas también mencionamos en otro post) [9] y sigue insistiendo en una "transición energética" como imagen del gobierno [10] .


En este contexto, la pregunta sigue siendo: ¿insistirá el gobierno de Brasil en la exploración petrolera propuesta en Foz do Amazonas, a pesar de todas las advertencias técnicas sobre el peligro del proyecto, o emprenderá realmente la "transición energética" que propone hacia una economía posfósil?


De momento, el avance concomitante de ambos discursos parece ser una suerte de "greenwashing" por parte del gobierno y aleja a Brasil del movimiento que viene ganando fuerza en otros países latinoamericanos, como Ecuador y Colombia, contra la explotación de combustibles fósiles en la Amazonia - cabe mencionar aquí las críticas realizadas por el presidente de Colombia durante la Cumbre Amazónica y el resultado de la consulta popular en Ecuador que registró la voluntad popular de prohibir la exploración petrolera y minera en el parque nacional Yasuní [11].


"Greenwashing" es un término utilizado para describir la intersección de dos comportamientos que entran en contradicción: comunicación positiva y activa sobre el desempeño ambiental, acompañada de un desempeño débil o inexistente en este ámbito[12]. En otras palabras: es el acto de difundir información errónea sobre la verdad de las prácticas ambientales de un determinado grupo, o los beneficios ambientales de un producto o servicio[13]. El comportamiento se utiliza generalmente en referencia a empresas y corporaciones, y es común en campañas de relaciones públicas, ya sea en el ámbito público o privado.


La práctica se está extendiendo al mismo ritmo que la preocupación por la sostenibilidad se convierte en el centro de las campañas y el marketing. En el mercado privado, el mejor ejemplo de esto es la popularización de prácticas de “gobernancia ambiental, social y corporativa” (ESG), generalmente traducidas en acciones afirmativas a favor de la sostenibilidad, la justicia social y la ética empresarial. La incidencia de esta práctica se da cuando estos objetivos no se cumplen efectivamente, siendo meras declaraciones para generar engagement positivo con la imagen del producto o servicio.


La manifestación multifacética de comportamientos de "Greenwashing" afecta la confianza de la gente en las campañas de sostenibilidad, y puede resultar complicado disipar la ilusión de prácticas verdaderamente sostenibles, en teoría y en la práctica. La transición hacia acciones ambientales coherentes lleva tiempo, encuentra mucha resistencia y falta de interés, pero no es difícil identificar las prácticas de “greenwashing” más flagrantes. Sin embargo, la conducta más perniciosa se produce cuando silencia a quienes efectivamente tienen el deber y la capacidad de denunciar, oponerse o incluso detener estas prácticas.


En el caso del gobierno brasileño, la "transición energética" puede constituir un compromiso verdaderamente perseguido o simplemente servir como "greenwashing" para una gestión que no habra aprendido de los errores del pasado. Sólo el tiempo dirá.


[1] E. S. LERSCH. Erros e acertos na pauta ambiental: um olhar sobre o primeiro semestre do governo Lula. 7 jul. 2023. Ruptura. Disponível em: https://www.projetoruptura.org/post/erros-e-acertos-na-pauta-ambiental-um-olhar-sobre-o-primeiro-semestre-do-governo-lula

[2] A. B. MILCHERT: O aquecimento global e suas causas: conheça os setores econômicos mais poluentes. 19 jul. 2023. Ruptura. Disponível em: https://www.projetoruptura.org/post/o-aquecimento-global-e-suas-causas-conhe%C3%A7a-os-setores-econ%C3%B4micos-mais-poluentes;

[6] https://epbr.com.br/lula-defende-perfuracao-na-bacia-da-foz-do-amazonas/

[7] https://www.camara.leg.br/noticias/991082-comissao-debate-exploracao-de-petroleo-no-amazonas-com-marina-silva/

[11] https://www.projetoruptura.org/post/newsletter-11

[12] DELMAS, M. A.; BURBANO, V. C. The Drivers of Greenwashing. California Management Review, v. 54, n. 1, p. 64–87, 1 out. 2011, p. 64. [13] DE FREITAS NETTO, S. V. et al. Concepts and forms of greenwashing: a systematic review. Environmental Sciences Europe, v. 32, n. 1, p. 19, 11 fev. 2020, p. 6.





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