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El mito de la ciudad inteligente frente a la ciudadanía digital y los ODS 11 y 5 de la Agenda 2023 de la ONU

Autor: Sabrina Lehnen Stoll

Traducción de: Eduardo Camargo Olyntho de Arruda

 

Las ciudades inteligentes derivan de la combinación entre capital humano, capital social y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) buscando el desarrollo sostenible y políticas públicas que contribuyan para un mejor convivio en sociedad (CARAGLIU; DEL BOO; NIJKAMP, 2009). Las ciudades inteligentes y TICS deben buscar a los ODS, que constituyen el núcleo de la Agenda 2030, con acciones en las dimensiones económica, social y ambiental, con metas que recomiendan los caminos a seguir y las medidas a tomar para erradicar la pobreza y exigir vida digna para todos los ciudadanos del mundo (ONU - BRASIL, 2022).

 

Sin embargo, las ciudades inteligentes para geógrafos digitales deben aprehender una amplia gama de possibilidades de vida y liberación, que comienzacon la cartografia de las teorías sobre los fracasos políticos reflejados en los estudios de códigos negros y queer para las relaciones socioespaciales digitalmente mediadas del urbanismo. Basado en los modos de análisis de la geografia feminista relacional, se sostiene que leer la ciudad inteligente a través de las fallas es un paso necesario para teorizar los acuerdos normativos de intervención, o sea, dónde debe prevalecer lo político, lo económico y lo socioespacial en las relaciones que definen el urbanismo digital en sitios y tiempos concretos, así como las técnicas que fomentan el consentimiento de la sociedad a estos acuerdos.

 

Dentro de este entorno más amplio, la mediación digital está creciendo en términos de avances en la movilidad y los encuentros humanos en las ciudades, que producen relaciones socioespaciales jerárquicas en la vida cotidiana, profundizando los modos de acumulación y expropiación a través de marcadores sociales de raza y género. Las vidas de los favorecidos materialmente por la supremacía blanca, la colonialidad y la cis/heteronormatividad están mediadas por una movilidad cada vez mayor, con una velocidad y un consumo cada vez mayores que amplifican los privilegios existentes directamente vinculados a la raza, la clase y el género, mientras que los ya precarizados siguen expuestos a la captura, el control y la eliminación en las zonas urbanas.

 

El auge de las ciudades inteligentes como respuesta a la urbanización acelerada, así como a las tecnologías de la información, trae consigo la oportunidad de integrar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. La intersección entre las ciudades inteligentes y los ODS debe servir para que el desarrollo urbano sea más inclusivo y sostenible (ONU, 2022).

 

El ODS 11 subraya la importancia de tornar las ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Las ciudades inteligentes, a su vez, buscan aprimorar la calidad de vida de los ciudadanos por medio de la integración de tecnologías y datos. Ejemplos de sinergías incluyen la utilización de infraestructura tecnológica para mejorar la accesibilidad urbana y la gestión eficiente de recursos, abordando así los aspectos de sostenibilidad del ODS 11. De esta forma, se busca a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) el desarrollo sostenible y políticas públicas que contribuyan a un mejor convivio en sociedad, y en la reducción de las desigualdades (ONU, 2022).

 

El ODS 5 se centra en la igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas. Al incroporar esta dimensión a las estrategias de las ciudades inteligentes, se puede promover la participación igualitária de las mujeres en las decisiones y en el desarrollo urbano. Tecnologías inclusivas y soluciones de mobilidad pueden contribuir para la creación de ambientes urbanos más igualitarios (ONU, 2022).

 

El éxito de la incorporación de los ODS en las estrategias de las ciudades inteligentes debe alinear los proyectos que desarrollan y promueven la innovación tecnológica con los objetivos de sostenibilidad y equidad, destacando los beneficios tangibles derivados de esta integración. Aunque las sinergias entre las ciudades inteligentes y los ODS presentan oportunidades notables, sigue habiendo retos. Una gobernanza sólida, la colaboración entre sectores y un seguimiento eficaz son fundamentales para garantizar la realización de los objetivos propuestos (ONU, 2022).

 

Por ello, a la hora de poner en marcha iniciativas de ciudades inteligentes y sostenibles para hacer realidad la Agenda 2030 de la ONU, es crucial tener en cuenta aspectos relacionados con las personas vulnerables, como la inclusión digital que garantice a todos los ciudadanos el acceso a las tecnologías y a las infraestructuras digitales. Garantizar que los servicios, el transporte y los ambientes urbanos inteligentes sean accesibles para todos, independientemente de sus limitaciones físicas, visuales o auditivas, es decir, proporcionar una accesibilidad adecuada. Implementar la participación ciudadana, que incluye a las poblaciones vulnerables en el proceso de planificación y toma de decisiones para garantizar que sus necesidades y preocupaciones se tienen en cuenta a la hora de diseñar proyectos inteligentes (LEITE, 2012).

 

Se requiere una protección adecuada de los datos y la privacidad, que garantice que los datos recogidos por las tecnologías de las ciudades inteligentes se utilicen de forma ética y segura, evitando el uso indebido de la información personal; vivienda asequible considerando el impacto de la modernización urbana en la vivienda garantizando que exista opciones de vivienda asequible para los grupos vulnerables y de bajos ingresos; educación y formación; invertir en programas de formación y educación digital para ayudar a las personas vulnerables a aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías inteligentes; utilizar las tecnologías inteligentes para mejorar la seguridad urbana, pero garantizando que no haya una vigilancia excesiva que pueda afectar a las libertades individuales de los ciudadanos, especialmente de los grupos relacionados (LEITE, 2012).

 

Por ejemplo, personas vulnerables están desprotegidas y sujetas a gobernanza basada en datos que digitalizan las acciones, las elecciones, los movimientos y los usos de servicios por estas, como los sistemas de información de gestión de personas sin hogar, que exigen la recopilación  de datos personales como condición de elegibilidad para vivienda y asistencia social en los EUA (BURNS, 2020).

 

De esta forma, las nociones de ciudadanía dependen de la participación en digitalizar la ciudad, generando los flujos de datos que se utilizarán para gobernarla (BURNS, 2020). El sujeto normativo de la ciudad inteligente es, por definición, aquel que tiene la ventaja estructural, como la suficiencia en recursos digitales, sociales y económicos para hacer el trabajo de codificación de la ciudad a favor de quiene financia este sistema.

 

En resumen, las ciudades inteligentes tienen el potencial de mejorar la calidad de vida y crear oportunidades para todos los ciudadanos. Sin embargo, es fundamental abordar las desigualdades existentes y garantizar que las personas vulnerables no queden excluidas de los beneficios que aportan las tecnologías e innovaciones urbanas. Una planificación cuidadosa y un enfoque inclusivo de la ciudadanía digital son cruciales para el éxito de las ciudades inteligentes y para crear comunidades más equitativas y resilientes (LEITE, 2012), generando ciudades en las que las inversiones en capital humano y social, así como en infraestructuras, fomenten un desarrollo económico sostenible y una alta calidad de vida para su población, con una gestión inteligente de los recursos naturales a través de la acción participativa y el compromiso (CARAGLIU; DEL BO; NIJKAMP, 2011).

 

Son de crucial importancia las práticas de ciudadanía digital y la implementación de los ODS 11 y 5, que pueden combinarse para crear soluciones urbanas innovadoras, como, por ejemplo, proyectos que aborden retos específicos, como acceso a la educación y inclusión de grupos marginados  (ONU, 2022).

 

 

La ciudad "inteligente" es en sí misma una estrategia política, construida en torno a estructuras sociales y espaciales profundamente desiguales. Las contradicciones que se presentan en este contexto están enmascaradas por ideologías tecnoculturales, que presentan estas configuraciones como inevitables y aceptables. Es fundamental subrayar que esta situación dista mucho de ser definitiva. En cambio, sirve de base para reconocer los espacios y la religión de otras prácticas digitales que están deshaciendo los grilletes y remodelando estas disposiciones frente a la sociedad en general (ONU, 2022).

 

Al ejercer la ciudad digital como una dinámica socioespacial, queda claro cómo la digitalización establece límites normativos. Además, esta perspectiva ofrece algunos enfoques analíticos para trazar los caminos en los que la política del fracaso rompe con esta estructura y corrige los órdenes socioespaciales de la vida en la ciudad "inteligente" para posibilitar otras formas de éxito. En otras palabras, esta situación sigue en disputa y en evolución (ONU, 2022).

 

Los ODS 11 y 5 de la Agenda 2030 de la ONU configuran herramientas capaces de moldear el desarrollo urbano de modo positivo. De esta forma, es crucial a los gobiernos analizar y reflejar sobre como estes objetivos pueden traducirse en políticas y práticas concretas para mejorar la calidad de vida en las ciudades, centrándose en la inclusión y igualdad de la ciudadanía digital (ONU, 2022).

 

El objetivo es hacer hincapié en la necesidad de replantear el enfoque de las ciudades inteligentes, incorporando las perspectivas de la ciudadanía digital en consonancia con los principios de los ODS 11 y 5. Se argumenta que sólo a través de esta integración holística será posible lograr ciudades verdaderamente eficientes, equitativas e inclusivas para todos los ciudadanos.

 

 

Referencias

 

C’ARDENAS, Micha. Shifting futures: Digital trans of color praxis. In: Ada: A Journal of Gender and New Technology. Disponível em: https://adanewmedia.org/2015/01/ issue6-cardenas. Acessado em: 25 jul. 2023.

BURNS, R.; ANDRUCKI, M. J.Smart Cities: Who Cares? EPA: Economy and Space, pp.1-19, 2020.

BYRD, J.; GOLDSTEIN, A.; MELAMED, J.; REDDY, C. Predatory value: Economies of dispossession and disturbed relationalities. Social Text n.135, v. 36, pp. 1–18, 2018.

 

CARAGLIU, A., DEL BO, C.; NIJKAMP, P. Smart cities in Europe. Proceedings of the 3rd Central European Conference on Regional Science, Košice,p. 1–15, 2009.

 

CARAGLIU, A.; DEL BO, C.; NIJKAMP, P. Smart Cities in Europe. Journal of Urban Technology, v. 18, n. 2, p. 65-82, abr. 2011.

 

LEITE, Carlos. Cidades sustentáveis, cidades inteligentes: desenvolvimento sustentável num plano urbano. Porto Alegre: Bookman, 2012.

 

ORGANIZAÇÃO DAS NAÇÕES UNIDAS. ONU – Brasil. ONU Brasil. Disponível em: https://brasil.un.org/sites/default/files/2021-02/Brasil_Relatorio_Progresso_2019.pdf>. Acesso em: 25 jul. 2023.

 

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