Leura Dalla Riva
Texto original en portugués
Autor: Leura Dalla Riva
Traducción de Eduardo Camargo Olyntho de Arruda
Los fenómenos climáticos extremos se han convertido cada vez más frecuentes, como se ha demostrado estudios científicos recientes[1] y como vemos a diario en las noticias. La tragedia de Rio Grande do Sul es el ejemplo más reciente y evidente en el contexto brasileño actual.
A pesar de la difusión de discursos sobre el “futuro común” de toda la humanidad cuando se habla en desarrollo sostenible [2], la realidad es que no son todos que contribuyen para superar los limites planetários en la misma medida e, ironicamente, aquellos que menos contaminan son los más afectados por los efectos devastadores del cambio climático [3].
Según establecido en el Acuerdo de Paris de 2015, la responsabilidad por el cambio climático debe ser común (compartida), pero diferenciada, en razón de las discrepancias entre países desarrollados y en desarrollo [´4]. La equiparación de la responsabilidad debe ocurrir no solo en razón de la diferente participación histórica de estos países en las tasas de emisión de gases contaminantes, sino también porque ellos tienen, en consecuencia de su propria condición de subdesarrollo, diferentes recursos y tecnologías para enfrentar los fenómenos climáticos por los cuales son afectados. Estudios recientes evidencian que los impactos afectan mucho más severamente a los grupos vulnerables (como mujeres y niños) en los paises en desarrollo, situación que se agrava en el caso de intersecciones de vulnerabilidades, como en el caso de comunidades indígenas o quilombolas[5].
Se menciona que estos grupos no son solo los más afectados por los fenómenos climáticos extremos, sino también por situaciones sociomedioambientales adversas en general. En este sentido, Larissa Mies Bombardi [6], al exponer su estudio sobre “colonialismo químico” demuestra que los pesticidas, por ejemplo, afectan mucho más a las mujeres, niños, indígenas y camponeses que viven próximo a las zonas de cultivos de commodities como la soja, pues expuestos a la contaminación más directa del aire y el água.
Las pérdidas y los daños económicos (como la destrucción de viviendas, los daños a las infraestructuras públicas, etc.) y no económicos (pérdida de vidas humanas y no humanas, daños a los ecosistemas, etc.) derivados de fenómenos climáticos extremos pueden mitigarse más fácilmente en los países desarrollados, que tienen muchos recursos financieros y tecnología avanzada, y también afectan menos gravemente a la población de estos países. En cambio, en los países "en vías de desarrollo", la vulnerabilidad socioeconómica de las personas con bajos ingresos se acentúa cuando, como consecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, pierden todo lo que tienen[7]. En Brasil, por ejemplo, los estudios muestran que uno de los efectos del cambio climático ha sido el aumento exponencial del número de casos de dengue, un fenómeno que ya se ha convertido en epidemia y que afecta especialmente a las poblaciones más pobres[8]. Por lo tanto, el cambio climático puede afectar directamente al derecho a la vida, a la salud y a la libertad, en definitiva, a la dignidad humana, especialmente de las comunidades más pobres[9].
Como ya mencionado, esta realidad queda mucho evidente en los eventos recientes del RS. Es por esta razón que no basta debater la crisis climática sin enfrentar aspectos relacionados a la justicia socioambiental y justicia climática. La crisis climática es un problema global, pero provocado por un modo de producción basado en la extracción infinita de recursos para alimentar la cinta de producción capitalista y, dentre las clases que compone este modelo, los 10% más ricos y los paises centrales (“desarrollados”) son los grandes responsables históricos por las emisiones de gases del efecto invernadero y por la difusión de un modelo insostenible de relacionamiento entre seres humanos y Naturaleza. las solucionaes para hacer frente a estos cambios necesitan ser pensadas global y localmente, pero también desde una perspectiva crítica.
Referencias
[1] SAMBORSKA, Veronika. ¿Cuánto han aumentado las temperaturas en los distintos países del mundo? Publicado en línea en OurWorldInData.org. Consultado en: https://ourworldindata.org/temperature-anomaly. 18 mar. 2024.
[3] KHALFAN, Ashfaq et al. Igualdad climática: Un planeta para el 99%. OXFAM Internacional, 2023. Disponible en: https://policy-practice.oxfam.org/resources/climate-equality-a-planet-for-the-99-621551/. Consultado: 18 mar. 2024.
[4] NACIONES UNIDAS. Acuerdo de París. 2015. Disponible en: https://unfccc.int/process-and-meetings/the-paris-agreement. Consultado: 20 mar. 2024.
[5] OBSERVATÓRIO DO CLIMA. Por qué género y cambio climático? 2024. Disponible en: https://generoeclima.oc.eco.br/infographic-why-gender-and-climate-change/. Consultado: 18 mar. 2024.
[6] BOMBARDI, Larissa Mies. Agrotóxicos e colonialismo químico. Editora Elefante, 2023.
[7] KHALFAN, Ashfaq et al. Cit.
[8] BARCELLOS, C. et al. Climate change, thermal anomalies, and the recent progression of dengue in Brazil. Sci Rep 14, 5948 (2024). DOI: https://doi.org/10.1038/s41598-024-56044-y. Consultado: 18 mar. 2024.
[9] cfr. FORO ECONÓMICO MUNDIAL. Informe sobre los riesgos mundiales 2024. 19ª edición. Enero 2024. Disponible en: https://www3.weforum.org/docs/WEF_The_Global_Risks_Report_2024.pdf. Consultado: 11 mar. 2024
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