Emergencia Climática
Este eje temático está dirigido a la protección e integridad del sistema climático a través de la promoción de acciones de investigación, difusión y sensibilización frente a la emergencia climática global a partir de un diálogo científico y doctrinal interdisciplinario.
Nos enfocamos en las categorías de justicia climática y equidad intergeneracional que reúnen temas como transición energética, protección ambiental, nuevas tecnologías destinadas a reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, gobernanza climática, responsabilidad histórica por las emisiones de gases de efecto invernadero, adaptación y mitigación de los efectos de la emergencia climática, entre otros.
¿VIVIMOS UNA EMERGENCIA CLIMÁTICA?
Actualmente, entre los principales problemas que debe enfrentar la humanidad, se encuentran los riesgos ecológicos y los cambios climáticos acelerados, debido a la emisión de gases de efecto invernadero por diversas acciones antrópicas desarrolladas alrededor del mundo. El aumento de la temperatura terrestre amenaza no sólo a la especie humana, sino a la propia sostenibilidad del medio ambiente en sus ciclos vitales.
El surgimiento de la preocupación por los temas climáticos a partir del siglo XX, ha puesto en la agenda la relación de la humanidad con la naturaleza y ha traído severas críticas al modelo de desarrollo capitalista que fomenta un consumo exacerbado basado en una falsa noción de recursos naturales inagotables. Las actividades humanas realizadas con foco en el crecimiento económico, el desarrollo tecnológico y industrial, así como la intensa explotación de los recursos naturales, aceleraron las emisiones y concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera durante el siglo pasado y continuan en el mismo ritmo en este siglo XXI.
Así, el efecto invernadero, que en principio es un proceso natural del planeta que garantiza el desarrollo de la vida a temperaturas razonables, pasa a sufrir el impacto de las acciones antropogénicas, es decir, el aumento de los niveles de gases atmosféricos y, en consecuencia, el aumento de las temperaturas en el orbe que, a su vez, podría conducir a la imposibilidad de la vida en la Tierra.
En 2018, el IPCC emitió un informe especial que concluyó que limitar el calentamiento global a 1,5 °C sería mucho más seguro que 2 °C, pero requeriría cambios rápidos, profundos y sin precedentes en todos los aspectos de la sociedad.
El documento también señala que las promesas hechas en el Acuerdo de París no son suficientes para limitar el calentamiento a 2 o 1,5 °C y que el retraso en la lucha contra las emisiones provoca impactos ambientales aún más graves. Es probable, según el informe, que a finales de este siglo la temperatura media mundial siga aumentando debido a las continuas concentraciones y emisiones de gases de efecto invernadero, los océanos se calentarán y el hielo seguirá derritiéndose. El documento también señala que este cambio climático persistirá durante muchos siglos, incluso si las emisiones se detienen hoy. Según WWF, el IPCC demuestra que aunque el clima se estabilice, los cambios continuarán y serán irreversibles. Solo el aumento del nivel del mar afectará a más de mil millones de personas para 2050.
El Informe de Evaluación más reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas advierte que “Cada una de las últimas cuatro décadas ha sido sucesivamente más cálida que cualquier década anterior desde 1850. La temperatura global de la superficie en las dos primeras décadas del siglo XXI (2001- 2020) fue 0,99 [0,84-1,10] °C superior a la de 1850-1900. La temperatura global de la superficie fue 1,09 [0,95 a 1,20] °C, más alta en 2011-2020 que en 1850-1900, con mayores aumentos en la tierra (1,59 [1,34 a 1,83] °C) que en el océano (0,88 [0,68 a 1,01] °C )" (IPCC).
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